El viaje es largo y cansador, se intercambian tramos de autopistas, autopistas con semaforos, reductores de velocidad (lomos de burro) en los lugares mas inesperados y, obvio, la mayoria carentes de señalizaciòn o pintura, con inevitables larguísimos recorridos a través de ciudades superpobladas de mototaxis y decenas de reductores de velocidad, se pueden circular a unos exasperantes 10 o 15 km/h, pero llegamos a cada lugar con mucho entusiasmo y salimos reconfortados y renovados. La energía que nos da la gente es un combustible que nos anima a seguir adelante.
Hasta ahora no hemos tenido tiempo de actualizar todas las redes y la web, solo facebook e instagram tienen algunas fotos y videos, pero ya iremos agregando más.
Tengan paciencia, hay muchas historias que contar, y todavia estamos tratando de recuperar los dias de atraso!